Estamos ante una de esas bandas sonoras que son puro trámite. En ella el señor Dimitri Tiomkin se limita a hacer un trabajo normalillo tirando a malo. Desde la fanfarria de la pista 1, vemos que a esto le falta fuerza, caracter etc.Será, quizá, que estamos mal acostumbrados a escuchar obras de arte en las pelis de romanos como Ben-Hur, Julius Caesar o la Cleopata de Alex North, que aunque no sea una peli, propiamente dicha de "romanos", también aparecen en ella.
Sin lugar a dudas, esta caida del imperio romano representa la caída de las bandas sonoras de romanos , que más tarde resurgirán de nuevo con Gladiator, de Hans Zimmer, bastante criticado por el uso de sintetizadores, pero, que al fin y al cabo, le ha dado un excelente resultado.
Por tanto mi puntuación para esta bso es:
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